PROGRAMA
La renuncia a lo pulsional se efectúa por temor a la pérdida del amor del Otro.
Se produce una división en el yo (Freud dixit), que es el superyó que, paradojalmente, se alimenta de cada renuncia: su poder es núcleo del síntoma.
Y en nuestra época? Qué amor permitirá pacificar la pulsión cuando la familia como residuo necesario, hace agua, naufraga?
Cuando el imperativo de goce domina, el síntoma sin inconsciente, empastillado, termina en los pasajes al acto que conducen, en el mejor de los casos, a una guardia.
Y entonces, el síntoma social?