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Xul Solar entre la invención y el uso del neocriollo

El psicoanálisis plantea la existencia de una relación entre el arte y la posición del artista frente a la creación de su obra. Freud fundó la idea de una articulación entre la expresión artística y el creador. A partir de sus encuentros con su maestro Charcot, conoció el arte que éste atesoraba en su consultorio. Este vínculo lo llevó a interrogarse acerca de la intersección entre psicoanálisis y arte, como también a coleccionar esculturas y pinturas que luego dieron origen a sus escritos como por ejemplo “Los Sueños en la Gradiva de Jensen”, obra fundamental que planteó la diferencia entre el sueño y el delirio. Lacan se esforzó en demostrar que podemos aprender de la obra como del autor, pero sin poder inferir lo uno de lo otro. Desde esta perspectiva, subvierte la orientación freudiana y descriptiva respecto de la obra realizada por el artista, demostrando que plasma en sus obras un material psíquico; el mismo no es traducible al lenguaje encadenado en significantes, es producto del contenido psíquico que no accedió a la palabra, es del orden de su singularidad, goce e invención.


Artista: Xul Solar.
Título: Nana -Watzin.
Año: 1923
Técnica: Acuarela sobre papel.

En la última etapa de su obra, Lacan hace un desplazamiento que va de concebir el síntoma en su estatuto de mensaje a descifrar, a la concepción del síntoma como modo de goce; investiga el estatuto de la obra de arte para explicar el saber hacer proponiendo el concepto de invención de lo real.

Nos serviremos del artista argentino Xul Solar para reflexionar sobre este concepto.

Abordar y explorar la figura de este artista, resulta una tarea compleja. Esta complejidad está relacionada con su recorrido artístico e intelectual. En una conferencia de 1975. Jorge Luis Borges – su amigo entrañable- lo describía como un hombre de genio:

La inteligencia- dijo Borges acerca de Xul Solar- es algo que un hombre maneja, y el genio es algo que lo maneja a él (…) La gente, por lo común, acepta el mundo, (…) En cambio Xul examinaba todas las cosas, las examinaba (…) y las reformaba, por eso nunca llegué a entender muchas invenciones de Xul, porque el pensamiento de Xul era incesante. [1]

Nacido en San Fernando, Provincia de Buenos Aires. Sus padres fueron Emilio Schulz, alemán nacido en Letonia y su madre italiana, Agustina Solari. Xul Solar, hablaba como idiomas familiares el alemán, el italiano, también el español y en la escuela aprendió francés e inglés. A los veinticinco años se embarcó en un viaje a Europa que se extendería por doce años. Allí no sólo se formó como acuarelista, relacionándose con las diferentes vanguardias estéticas, sino que comenzó a incursionar en la música, la literatura, la invención de artefactos técnicos, pero también en la astrología, las ciencias ocultas y el esoterismo de la mano del mago inglés Aleister Crowley, quien le transmitió a Solar un método para obtener visiones de manera sistemática que luego se encargó de transcribirlas a la escritura del neocriollo en el libro Los San Signos. Los textos visuales de Solar y sus escrituras funcionan como manifiestos vanguardistas y proyecciones utópicas, que generan una nueva visualidad integradora de la escritura y la pintura.

Por otra parte, la apuesta de las vanguardias latinoamericanas de la década del veinte y treinta, reside en la ruptura, renovación y transformación de la lengua y normas de la tradición estética moderna: la ruptura en el plano de la lengua buscaba actualizar el uso de la lengua heredada de la colonización al uso propio.

Entre estos proyectos vanguardistas de ruptura y transformación de la lengua se delinea el neocriollo, uno de los idiomas artificiales reinventado por Xul Solar a partir de la síntesis aglutinadora de vocablos con raíces españolas y portuguesas, pero también otras provenientes del inglés, el francés, el alemán, el italiano, el griego antiguo, el hebreo, el tupí-guaraní, el náuatl, el sánscrito y el chino.

En este contexto, emerge la especificidad de la obra su obra artística, como revolución constante de las formas establecidas. Creador polifacético -además de sus trabajos visuales que lo hacen más conocido- de un nuevo juego de ajedrez, de religiones y sistemas numéricos y creador de nuevas lenguas, su práctica artística disputaba los límites del arte y apuntaba a expandirlos hacia la vida cotidiana.

Esta transformación de la escritura del neocriollo, el artista la hizo extensiva también a su nombre propio. En su larga estadía en Florencia gestó una gran amistad con Emilio Pettoruti, quien lo acompañó a pensar, practicar y modificar su nombre por un nuevo agradable y sonoro que tuviese relación con el propio, plasmando finalmente el cambio de nombre de Oscar Agustín Alejando Schultz Solari a la firma heteronímica Xul Solar. Fue su anhelo que el patrimonio de su legado artístico se perpetuara en las generaciones futuras muy especialmente la escritura de sus visiones traducidas al neocriollo en el libro los San Signos.

En el Seminario 23 con la obra de Joyce, Lacan va a situar el saber hacer sin referencia al Otro, un saber que supone la destitución del saber absoluto del Otro y que pondrá en juego la construcción de un artificio.

Luego a la altura del Seminario 21 nos plantea la existencia de “Cierta homología entre lo que tenemos como obras de arte, y lo que recogemos de la experiencia analítica”[2], invitándonos a tomar al arte como modelo que viene a instituir otra relación con el agujero. La particularidad del arte será la de servirse del agujero, para dar lugar a la invención, propia y singular.

Una invención singular, que no plantea la comunicación, pero no es sin haber dado vueltas por el Otro, es decir que a este saber hacer se llega dando las vueltas por el significante hasta que el sujeto pueda separar el goce que envolvía el síntoma y hacer un tratamiento del mismo.

En la última enseñanza la invención de lo real, se articula al uso y supone la disyunción entre significante y significado. Lacan ilustra contrariamente a lo que consideró en La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud, que entre significante y significado no hay lazo. Mientras se disponía de la consistencia del Otro como tesoro del significante, no se requería del uso, ese Otro garantizaba la palabra.

En cambio, cuando el sujeto verifica que no hay Otro del Otro, queda como recurso el uso. Es lo que demuestran y dan testimonio algunos artistas con su obra, sin haber pasado por un análisis y su final.

Notas

[1] Conferencia dictada en el marco del Ciclo Cultural Plaza Hotel, organizada por la Galería Centoira el 2 de Septiembre de 1975. Puede leerse en:
Borges, Jorge. L. (1980), Jorge Luis Borges recuerda a Xul Solar: prólogos yconferencias. En Los San Signos, Xul Solar y el I Ching. Argentina: editorial el Hilo de Ariadna, Colección Catena Aurea, convenio con Fundación Pan Klub. 2012.Págs. 33-34.
[2]Lacan, J. (1973-74). El Seminario, Libro 21, Los No Incautos Yerran. (inédito). Pág. 135.

Bibliografía

-Borges, Jorge. L. (1980), Jorge Luis Borges recuerda a Xul Solar: prólogos yconferencias. En Los San Signos, Xul Solar y el I Ching. Argentina: editorial el Hilo de Ariadna, Colección Catena Aurea, convenio con Fundación Pan Klub. 2012.
-Freud, S. (1907-1906). El delirio y los sueños en la “Gradiva” de W. Jensen. En Obras Completas, t. IX. Buenos Aires: Amorrortu Editores: 1989.
-Lacan, J. (1973-1974), El Seminario, Libro 21, Los no incautos yerran, inédito.
-Lacan, J. (1966), La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud. En Escritos 1. Buenos Aires. Siglo XXI.
-Lacan, J. (1975-76) El Seminario, Libro 23El Sinthome. Buenos Aires:Paidós.

Fuente: https://puntodefugarevista.com/xul-solar-entre-la-invencion-y-el-uso-del-neocriollo/

POR GABRIELA LÓPEZ