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Vínculos y lazo social

Por Silvia Szwarc

El niño, conflictivo, tiene 4 años. Le pregunta al adulto que siempre lo espera con un desayuno generoso que el pequeño disfruta casi diariamente (en su casa no come), por qué no tengo el mismo apellido que mi hermano?
Porque tu papá no es el papá de tu hermano.
Por qué, insiste, no vivo con él?
El adulto responde: porque tu papá no quiere verlos ni a vos ni a tu hermana
Entonces, añade, el papá de tu hermano, se tiene que ocupar de los tres
Si, dice el niñito, pero a mi no me quiere.

Una vez, cuenta una joven que consulta a raíz de los golpes y cortes que se hace, cuando yo tenía 10 años, mi papá vino a visitarme. Estuvo un rato conmigo en mi habitación. Luego me dijo que tenía que arreglar algunas cosas con mi mamá

(El no trabajaba. Ella no estaba nunca porque tenía que trabajar de la mañana a la noche para que comiéramos. Cuando regresaba, muy cansada, se metía en su habitación
A mi en el colegio, me hacían bullying. Y yo no sabía ni siquiera, defenderme. )

Como no volvió y el tiempo pasaba, abrí la puerta de mi dormitorio. Vi a mi mamá y a mi papá abrazados viendo una película
No había vuelto por mi.

Cada vez que el -no ser elegida -se convierta en certeza, las autoagresiones comenzaran, una y otra vez
En alguna circunstancia, su gravedad, la condujeron a una guardia clínica en la que se aconsejó una internación voluntaria, ante el empuje a desaparecer

A la declinación del Nombre del Padre, contemporáneo a la creación del Psicoanálisis, le sucedió la evaporación del mismo, que se traduce como inexistencia y cuyas consecuencias clínicas son las que estamos intentando extraer.

El discurso del amo que ordenó durante siglos las comunidades sufrió una permutación que permaneció invisible mientras introducía profundos cambios en el lazo social.

Lacan lo subraya en Hablo a las paredes,en el que registra lo que denominó discurso capitalista, y cuya principal característica es la eliminación de cualquier imposible, de forcluir la castración y con ella, las cosas del amor.

S1…. S2
$. // a

La doble barra que separa al $ de a, marca la imposibilidad de reintegrarse la pérdida. El discurso del amo establece lugares diferenciales e identificaciones que un análisis como revés del discurso del amo, apuntará a hacer caer, ya que el discurso del amo es el del inconsciente, las “escorias del Otro” que comandan y de las cuales el sujeto es marioneta

a. $
S2.// S1

El discurso del Amo: Horace, de Corneille
Una lectura de J.A. Miller en su seminario Del síntoma al fantasma y retorno (1983-84)

Qué ocurriría, se preguntaba en ese seminario, si un padre, al que le quedara un sólo hijo, porque los otros dos acaban de morir en una contienda, y cree que el tercero huyó, salvándose (lo que no había sido sino una estratagema)
Y si su respuesta a la pregunta por si se alegraba que se hubiese salvado fuera “Habría sido mejor que muriese”!
Cómo entender semejante respuesta?

La historia se sitúa en los albores de Roma, cuando el rey Tulo Hostilio (673- 642 a.C.), “más belicoso incluso que Rómulo” [8]y convencido de que “Roma envejecía por la falta de acción, buscaba por todas partes un motivo para hacer estallar de nuevo la guerra”[9]. Sin entrar en lo absurdo de la excusa – al parecer unos campesinos romanos saquearon el territorio de Alba Longa y viceversa – sucedió que el dictador Metio Fufecio de la ciudad de Alba, decide enviar emisarios para “parlamentar” con Tulo. Tras exponer los estrechos lazos de parentesco que unen las dos ciudades, Metio explica su estrategia militar, tratando de disuadirlo: “Ten presente, cuando estés a punto de dar la señal de combate, que [el poderío etrusco] no perderá de vista nuestros dos ejércitos para atacar a la vez, cuando estemos cansados y quebrantados, a vencedores y vencidos. Por eso, si contamos con el beneplácito de los dioses, (...) busquemos algún camino para decidir quién dominará sobre quién sin un grave desastre, sin que corran ríos de sangre en ambos pueblos”.

Corneille elabora un discurso más extenso y pone en boca de los actores la siguiente declamación:
“¿Qué hacemos, romanos? ¿Qué mal espíritu nos hace llegar a las armas? Dejemos que la razón aclare de una vez nuestros corazones. Somos vuestros vecinos, nuestras hijas son vuestras esposas, y el matrimonio nos ha unido con tantos y tantos lazos que pocos de nuestros hijos no son sobrinos vuestros. Tenemos una misma sangre; somos un mismo pueblo con dos ciudades, ¿por qué desangrarnos en guerras civiles (...)? Nuestros enemigos comunes esperan con alegría que uno de los bandos les facilite al otro como presa, cansado, medio deshecho, vencedor, pero por todo triunfo, falto de una ayuda que él mismo destruyó”

La propuesta es aceptada, pero lo que para Tito Livio se debe a una “feliz casualidad” en la que coincidió que hubiese “en ambos ejércitos, tres hermanos gemelos, muy parejos en edad y fuerza”para Corneille se trata de un acto con sabor republicano: “tres guerreros combatirán por cada bando. Pero, para elegirlos mejor, nuestros jefes se han tomado un poco más de tiempo; el vuestro [romano] está en el senado y el nuestro [albano] en su tienda”.

Esos tres hermanos gemelos en ambos ejércitos son los Horacio y los Curiaceos, unidos por lazos de parentesco: una hija de Horacio está prometida a un Curiacio, y otra está casada con otro Curiacio. Mientras estos últimos lamentan tener que resolver la contienda atentando contra su propia familia, los Horacio, si bien lamentan esta solución, se siente orgullosos de combatir por su patria, ya que es su mayor orgullo.
El joven Horacio, que no huyó sino que al ver que sus hermanos caían en la contienda, se ocultó y luego pudo sorprender a los Curiaceos desprevenidos y matarlos dándole así el triunfo a Roma.

Miller juega con el equívoco que permite Ho race! (Oh, raza!) significante amo que rige los destinos de sus protagonistas
Camila, una Horacio prometida a un Curiacio, lamenta la suerte corrida por aquel, y maldice a Roma que le arrebató su amor. El joven Horacio, mata a su hermana, por traicionar con sus dichos a la patria a la que pertenece.
Como es delito derramar sangre romana, debe enfrentar un juicio. Su padre, orgulloso de su hijo, se convertirá en su abogado defensor

Camila sería, dice Miller, la histérica que no tuvo oportunidad de un psicoanálisis
El significante amo es mortífero, concluye.
Toda esta pieza literaria del siglo XVII sirve para demostrarlo. Pero también, muestra cómo establece lugares, la identificación bajo la cual se produce un sujeto.
Por ello, el discurso del analista será el revés del discurso del amo: producir los S1 de los que el ser hablante es sólo una marioneta.

La mutación del discurso del amo: su transformación en el discurso del capitalista

$. S2
S1. a

La barra de la imposibilidad desaparece, y se establece el circuito de la pulsión
No se trata del sujeto del inconsciente sino del sujeto del consumo, comandado por el empuje a gozar, puesta en escena de la caída de la vergüenza, la obscenidad en el zenit.

Estos sujeto desinhibidos, desorientados, esquizofrénicos por la pérdida de la brújula que el discurso del amo ofrecía, (ver el texto de J.A. Miller “Una fantasía “, Comandatuba, 2004), establecen lo que Zigmund Bauman, denominó Modernidad líquida, caracterizada por lazos efímeros que se hacen y deshacen, profundamente desabonados del inconsciente, sin creer en el síntoma como figura de lo que no anda y a descifrar, sino en lo que el DSM nombra como trastornos, errores que deben ser corregidos rápidamente por las terapias cognitivos conductuales, predilectas de las neurociencias, profundamente reduccionistas prepsicoanaliticas y enemigas acérrimas del eso quiere decir algo
El real del psicoanálisis no es el real de la ciencia. Es el real del goce en juego del cual el síntoma constituye su dignidad.
El real de la ciencia depende de circuitos neuronales, de la relación neurotransmisor molécula en tanto que el goce opaco del síntoma, marca en el cuerpo de la singularidad del agujero producto del impacto entre lalengua y el cuerpo, es ignorado.

Entre el real de la ciencia y las TCC, se pierde ese real, el que se aloja en el sinthoma
Este es estructuralmente el que anuda al inconsciente
Los seres hablantes que se presentan ya sea a un servicio, a una urgencia, al consultorio anhelan ser librados del sufrimiento, desabonados del inconsciente, sin creer en lo que no cesa de escribirse, degradado a error a reparar

El trastorno.

Encontramos allí el matrimonio del discurso capitalista con la tecno ciencia sosteniendo en acto la forclusion de la castración, la promesa de transformación para cada quien del cuerpo soñado a través de las cirugías, instrumentos desanudados de cualquier ética que prometen lo imposible a cualquiera que tenga la convicción de haber nacido con el cuerpo equivocado

La forclusion del Nombre del Padre no es igual a la Inexistencia. El agujero forclusivo no es la ausencia de una marca. Y como lo investiga Nieves Soria en su tesis de doctorado de la UBA, La inexistencia del Nombre del Padre, la clínica contemporánea se desliza por esa pendiente.

Los diálogos extraídos en el inicio de este breve comentario sobre el tema que nos convoca, creemos que lo ilustran con claridad dolorosa. Qué padre, qué madre, significantes en desuso o sujetos a las mutaciones de la civilización actual pueden hacerse cargo de las preguntas y mortificaciones de esos niños no deseados, consecuencias de lazos que no subsisten, del rechazo de las cosas del amor de las que perduran como deshechos

El derecho de cada quien a elegir lo que le venga en ganas supone un sujeto, no del inconsciente, sino un yo autónomo que se autogestiona, al menos esa es la ilusión con la que se comercia y a la que los individuos, no divididos o que no quieren saber de su división, se someten y se esclavizan

Podrá el Psicoanálisis hacerle frente a lo real y transformar el trastorno en síntoma, para devolverle al ser hablante su dignidad?

Silvia Szwarc

Fuente: https://www.letravivalibros.com/imago-agenda-contenidos/

Silvia Szwarc. Docente Causa Clínica.