Publicaciones

Novedades desde el frente. Introducción a la problemática

En ocasión de una visita al Brasil, en 1998, J.A. Miller desarrolla el seminario El Hueso de un análisis.
De este viaje, quisiera tomar la pregunta que realiza un asistente de Minas Gerais, Fernando Grossi, quien le pide a Miller si lo que viene desarrollando hasta allí (fueron dos intervenciones  y aún falta la tercera), puede conectarlo al discurso capitalista en el que “Lacan formalizó cómo el modo de pensar la relación problemática con el goce (…) ¿Cómo pensar a partir del discurso del capitalismo esa relación del sujeto con el goce?”(1)
A esa pregunta, la respuesta de Miller es, si se quiere, casi despectiva. Dice: “Debo decir que eso está bien lejos de mi pensamiento actual. Estoy intentando disecar el hueso de una cura y, de hecho, no pienso ni siquiera un poco, actualmente, en el capitalismo. Lo que voy a hacer mañana, es demostrar cómo esta conversión de perspectiva nos obliga a cambiar muchos términos que nos son familiares. Eso es lo que el propio Lacan introdujo. Estoy intentando pensar en el capitalismo, pero no veo nada nuevo que pueda agregar. (…)”(2)

Me interesaba resaltar este punto ya que - en ocasión de una relectura de ese texto, me sorprendió al reparar en ello. Unos cuantos años después, en ocasión del Congreso de la AMP, Asociación Mundial de Psicoanálisis, realizado en la isla de Comandatuba, en Brasil también en el año 2004, aquella pregunta es el eje del desarrollo que hará J.A. Miller y que se conoce como Una fantasía publicado en la Revista Lacaniana no. 3.
Sin embargo, no deja de ser curiosa la respuesta dada en esa oportunidad, ya que ambos, J.A. Miller y E. Laurent han dado juntos un seminario donde pasan revista a la actualidad, a los significantes amo de esa actualidad en un seminario que marcó un hito respecto a cualquier lectura que se precie sobre el malestar en la cultura actualizado, que se denominó El Otro que no existe y sus comités de ética(3), en donde se encarna- a través de los síntomas de la cultura a los que allí se pasa revista la llegada al cenit del objeto pequeño a y sus efectos devastadores sobre la subjetividad.
Establezco entonces, las coordenadas cartesianas desde donde intentaré cernir algunas cuestiones.

2. Los padres ni pintan o los padres pintados
Concluye un niño de once años en sesión, al relatar un texto que trabajaban en el colegio, uno de cuyos protagonistas era  una directora capaz de castigar a los niños cuando la desobedecían encerrándolos en un pequeño cubículo en el que, de moverse,  fragmentos de vidrios los atravesarían. A mi pregunta “y ¡¿los padres?!” respondió: “los padres ni pintan”
Los padrinos mágicos, dibujo animado en un canal infantil, tiene por protagonista a un niño del que se ocupa  una niñera tan sádica como la directora del libro de lectura. Los padrinos mágicos son amigos imaginarios del niño que, con su compañía, logra tolerar el maltrato de la cuidadora. Es curioso que, en la puerta de la casa del niño, que aparece en la presentación del cartoon, estén los padres pintados.
Tal vez, lo terapéutico del acto analítico en un caso en el que fue consultada frente a las dificultades que presentaba un niño de 8 años para dormir haya consistido simplemente en lograr invertir un “acabo de jubilarme” (del hospital como cirujano), de un padre algo mayor a partir de los miedos del niño que se enuncian como “hay cosas que ni una mamá puede” (confrontarse con un pibe chorro que les había sacado la bicicleta y que frente a los gritos de la madre del chico, el pibe reaccionó con violencia, obligándola a retroceder y a esconderse a los tres damnificados: el chico, la madre del chico al que le habían robado la bicicleta y nuestro paciente, amigo del chico robado)
Podríamos localizar los efectos terapéuticos en el pasaje que va de la deambulación nocturna plena de perseguidores fantasmáticos,  a la
puesta en juego de un padre que se autoriza. (Hasta entonces, un padre jubilado y una madre compinche,  o seductora, y seducida por las “fobias” del hijo)
 
Una fantasía en Comandatuba(4)
“(…) los sujetos contemporáneos, posmodernos, incluso hipermodernos, son desinhibidos, neodesinhibidos, están desamparados, sin brújula, desorientados (…) Este objeto -es nuestra hipótesis- se impone al sujeto sin brújula, lo invita a atravesar las inhibiciones
(…)¿Estar sin brújula es estar sin discurso, es estar en el caos, ser esquizofrénico (…)?
(..) el discurso hipermoderno tiene la estructura del discurso analítico y es del orden de la convergencia, no de anverso y reverso sino de convergencia
Sólo en el psicoanálisis puro estos elementos se ordenan en un discurso mientras que en la civilización estos elementos están dispersos
a---> $
S2    S1

Solo allí podría producirse el avergonzar del cual habla J. Lacan en el último capítulo de su seminario XVII El reverso del Psicoanálisis, al establecer lo nuevo en el desanudamiento entre la ética protestante y el capitalismo. Desanudamiento indispensable para el establecimiento del discurso hipermoderno cuyos elementos dispersos hacen de ese discurso un discurso que no es el revés del discurso del amo en tanto discurso del inconsciente, sino que el discurso de la hipermodernidad establece el éxito del psicoanálisis.
¿Qué sujeto entonces es este, hijo de padres que ni pintan? O más aún convocados sin que nada se oponga al imperio hegemónico de la pulsión de muerte desde la pantalla que hipnotiza, aquello que Guy Debord llamó “Sociedad del espectáculo?”
En Más allá del Principio del Placer Freud establecía la existencia de fuerzas externas capaces de obstaculizar  la pendiente inercial hacia la muerte, y producir lo vivo.
¿Cómo no intervenir ante aquella anoréxica cada vez más delgada, cuando -al relatar en sesión su entrevista con el nutricionista-, dice que él le describió las dificultades que se presentan en las cirugías de los cardiópatas por el exceso de lípidos (de los cuales ella se cuidaba meticulosamente, pura piel y huesos)
Aquel nutricionista le procuraba un saber funcional al cadáver que la aspiraba mientras sostenía el espejo en el que los corazones rebosantes de grasa no resistían al escalpelo que podía salvarlos. Hay convergencia entre el cadáver que la aspira y la grasa peligrosa de la que él habla; nuestra intervención, en esa circunstancia- apunta a su desanudamiento:
-Ah! ¿Qué podría sacar de usted? Está con el cuchillo esperando a sus gordos….
Se sorprende, y la despido.
Podríamos enunciar la ley de inercia que caracteriza a la primera ley de Newton.
Todo cuerpo en estado de reposo o movimiento tiende a perseverar en dicho estado hasta tanto no se le opone una fuerza igual y contraria. Es lo que Freud retoma en el plano de la subjetividad en el capítulo 5 y 6 de Más allá del principio del placer: la vida es el resultado de fuerzas externas, extrañas y perturbadoras para la tendencia inercial. Se trata de introducir una diferencia, un corte, una interrupción en el continuo moebiano fantasma realidad donde la vida es sueño.

Podemos concluir que el que llega es alguien desbordado por algún desarreglo de su goce, con retazos inconsistentes en lugar de alguna historia y, por lo general, sin ninguna pregunta. Lo que relata revela  un estado de actuación casi permanente y un intensa angustia que puede llegar hasta el pánico en los intervalos; las actuaciones son invisibles para quien las padece; la incoherencia y la yuxtaposición de situaciones solo podrán ser registradas como tales, después de un cierto tiempo, es decir, leídas. Ubicamos allí - un real disjunto del saber- que, retroactivamente- se habrá revelado como el empuje de una frase, de un juicio, de un reproche-  del orden de lo no formulado.
La frase o el reproche que se sustrae emergen de un modo elíptico y fragmentario en los intersticios de lo que se cuenta
Ese fragmento a construir  con lo no dicho, pero no sin el equivoco y la alusión, es la clave de lo ilegible que se actúa
Los efectos de esas marcas -hasta aquí encarnadas, pueden articularse como trama sólo a partir de la transferencia, es decir que la oferta de escucha logre que las palabras hagan cuerpo…o que se despeguen del cuerpo al que parasitan

Cada  escansión hace de esas marcas, signos que se pueden leer
La transferencia es el instrumento epistemológico que ofrece alguna alternativa a la reiteración infinita, como medio por el cual  un trozo de real se conjuga a un saber y lo que hasta ese momento giraba ciego, logra detenerse.
Lo que no cesaba de no escribirse, cesa de no hacerlo. Y lo que se vuelve legible, descubre caminos menos dolorosos.
Una mujer de 37 años, empezó a obtener en su desempeño profesional un importante reconocimiento y como consecuencia de ello, el acceso a áreas donde se diseñaban políticas en el que era muy probable que fuera incluida. Su entusiasmo y su “adrenalina”, como denomino al estado de excitación en el que se encontraba, rápidamente derivaron en la consideración de las expectativas que su marido tenía en relación a esto.
Pero, se produjo un cambio de vía en su decir: Quedó unos momentos callada, y haciendo explícita la vergüenza que sentía por lo que iba a decir, mencionó que ambos solían mirar un programa en un canal erótico, a partir de lo cual el le hacia propuestas cada vez mas perturbadoras. Después de un encuentro sexual, en el que ella había llorado mucho….
Interrogue en ese punto la causa de su llanto. Ella dijo que ciertos juegos que él le proponía, incluyendo otras parejas, eran muy peligrosos. Y que podían entrar en un terreno muy resbaladizo.
¡Efectivamente!, enfaticé, ese terreno es resbaladizo,  interrumpiendo la sesión.

El terreno resbaladizo para ella es el del deseo del Otro. Si ubica en su decir un freno respecto a ese deseo que la conduce no sabe dónde,  la intervención no hace sino redoblarlo para que resuene. Un sueño anterior de ella mostraba una pasarela bastante precaria frente a una catarata por donde ella caminaba.  En cualquier momento podía deslizarse y resbalar al abismo que se abría bajo sus pies.

“Allí donde eso era, sujeto debe advenir”
El imperativo ético freudiano, localiza su campo de operación en el lugar mismo de la disyunción entre saber y real. La operación analítica  es contrariar  lo inercial de vivir en el inconsciente, e interrumpir el circuito infernal donde culpa y castigo no cesan de alimentarse.

Cuando se alimenta el síntoma….se va hacia lo peor
Sin embargo, es posible ubicarse en un ¿por qué no ir más lejos?
Se puede sostener desde la teoría, tal como es posible leer en distintos capítulos del Manual de psicoterapias cognitivas, cuya compiladora es Isabel Caro y editado por Paidos. Es posible asistir a distintas teorizaciones que se reconocen tributarias de todo el pensamiento filosófico,  y también en Galileo y Newton, para sostener que cada cliente es un teórico postmoderno y que posee su propio sistema de creencias. Que existen situaciones en las cuales si alguien se construyó a si mismo como heterosexual, y aparecen deseos homosexuales, es posible que esto genere alguna dificultad, por la inconsistencia de sus creencias y de sus constructos de identidad. Por supuesto, la situación varia si alguien es más libre en la creación de sus constructos y puede abordar la bisexualidad, sin que esto le genere las mismas dificultades.
El problema que se le presenta a los autores de estos interesantes capítulos(5), es que es imposible saber de antemano con cual de estos clientes esta tratando. En el capitulo dedicado a ilustrar con material clínico la propuesta teórica, asistimos a un desencadenamiento psicótico, en vivo y en directo, mediante la intervención activa del terapeuta. Podríamos señalar que en el mundo del como si, la respuesta de lo real puede ser brutal. Y es necesario insistir sobre la responsabilidad del agente en relación a las consecuencias de lo que propugna.

Estas terapias se sostienen de un isomorfismo estructural: si la ciencia forcluye al sujeto, y el sujeto es sujeto del inconsciente, estas terapias se constituyen a partir del rechazo del inconsciente. Su consecuencia lógica es un no querer saber de la estructura que empuja a los seres hablantes a un goce del cual nada saben y que reactiva un circuito que los someterá cada vez más aceleradamente a través de la pasión del narcisismo y al uso que el mercado hace de su carácter bulímico. Reiteremos una vez mas que en el campo del como si, las respuestas de lo real, deslocalizadas, son brutales.
Una mujer joven(6), a la que la muerte repentina de la madre ha sorprendido, y viene con un trabajo de duelo por hacer, se le pregunta “suave pero firmemente si había pensado en suicidarse o atentar contra su vida”
Cuando ella menciona el dolor que la perdida repentina de su madre introdujo en su vida, el le asegura que no se trata de una perdida sino de lo que esta a punto de encontrar
Es empujada a una actuación descabellada cuyo gestor celebra como “el testigo privilegiado de ese baile de expansiones y contracciones”- El “sin imposible” al que ella se ve arrojada, y donde rebota como una pelota, genera un circuito de culpa y odio que se vuelve contra su propio agente, aquel que la empuja hacia lo desconocido sin paracaídas. El argumento por el que la acicatea es  “franquear los límites a los que caracteriza como prisiones de lo seguro, del miedo para ir ganando grados de libertad inaccesibles.
Podemos subrayar que el sometimiento y la desorientación prevalecen.
Podríamos dilucidar su propuesta terapéutica como “cuanto peor mejor”. Empuja al acting a la paciente, provoca su vergüenza(7), la desorganiza. Le asegura que vivir estas experiencias es conquistar la libertad por sobre el miedo. Es lo que denomina “la peregrinación”. La culminación la muestra ya libre de temores, “ganando más dinero que nunca”(8)
Este período del final, es claro que la lleva al borde mismo de la locura. Sus juicios más íntimos son desestimados por el “terapeuta” que los caracteriza como ‘recursos del temor y del fracaso’, por lo cual se ve privada de lo que hubiera podido servirle como brújula
La afirmación de ella “me siento como si estuviera al borde de la disolución” encuentra en este extraño timonel como respuesta: “evolución y disolución no son tan diferentes.” Todo se mezcla y se confunde. Pero no importa, ya que el que sobreviva, se encontrará enormemente fortalecido. Se trata de la supervivencia del más fuerte. Para ello, es necesario atravesar cualquier juicio ético(9).
Junto con los escrúpulos, el juicio mismo ha sido erradicado.
Estas terapias se sostienen de un isomorfismo estructural: si la ciencia forcluye al sujeto, y el sujeto es sujeto del inconsciente, estas terapias se constituyen a partir del rechazo del inconsciente. Su consecuencia lógica es un no querer saber de la estructura que empuja a los seres hablantes a un goce del cual nada saben y que reactiva un circuito que los someterá cada vez más aceleradamente a través de la pasión del narcisismo y al uso que el mercado hace de su carácter bulímico. Reiteremos una vez mas que en el campo del como si, las respuestas de lo real, deslocalizadas, son brutales.
Ram Mandil, en su trabajo El modelo concentracionario y las TCC  subraya lo que intentamos establecer
“Por lo expuesto, podemos concluir que nuestro enfrentamiento con las terapias cognitivo-comportamentales no debe limitarse a una disputa por el espacio en el campo de las ofertas de tratamiento psi. Se trata de una batalla contra la instalación de una lógica de funcionamiento social que tiene sus raíces, en muchos aspectos, en la estructura de los campos de concentración.  En ese sentido, las acciones contra las terapias inspiradas en ese modelo deberán encararse como una lucha sin fronteras contra un programa global que tiene como objetivo final la producción exclusiva de dos categorías: los que sobreviven y los que sucumben.”
En este programa, la noción de resiliencia(10)es una noción fundamental, ya que se considera como la clave que permite entender y atender a los que merecen salvarse, a los que vale la pena reclutar porque serían buenos vendedores, los testimonios indispensables en cualquier campaña que se precie, sea de un laboratorio de investigación o de una petrolera, fabricación de armas o de gasoductos o narcotráfico, donde se fabrica el consenso y el consentimiento, el espacio del marketing que reclama sujetos ajustados y convencidos, que han pasado a integrar la firma, la que fuere, transformados en marionetas pero creativas y exitosas.
¿Qué sujetos?
Para ilustrarlo tomaré un diálogo, un fragmento del diálogo que sostiene W. Holden en una película de 1976 que recibiera 4 Oscar de la Academia, con Faye Dunaway llamada Network un mundo implacable, dirigida por Sydney Lumet
Ella es una joven y brillante ejecutiva de la CBS, cadena que hasta entonces dirigiera el maduro W. Holden, y que tienen una historia por la cual él deja a su esposa y se va a vivir con la joven, brillante e inescrupulosa Faye Dunaway
La historia se encuentra en un punto sin retorno. Ella le sugiere replantearse la relación. El le dice: Estoy más cerca del fin que del principio. La muerte adquiere un relieve perceptible para mí. Mi hija ha viajado desde Seattle porque mi esposa está muy deprimida. Y me llamas sentimental…
En mi generación era simple decencia humana
Eres la encarnación de la televisión Diana: indiferente al sufrimiento, insensible a la alegría, la vida entera se reduce al ripio común de la banalidad
Guerra, asesinato, muerte son lo mismo para ti que botellas de cerveza
El negocio diario de la vida es una comedia corrupta…Hasta destrozas las sensaciones de tiempo y espacio en fracción de segundos y repeticiones instantáneas
eres la locura, una locura virulenta

El mundo post humano de Luces al atardecer, del director finlandés,  Aki Kaurismaki  es prácticamente un mundo en el que no es posible vivir si aún hay restos de sensibilidad ya que esta reliquia de lo que fuera humano, los transformará en presas fáciles de los que ya han sido cauterizados de ella.
“(…)En las películas interesantes la mirada política se determina en la puesta en escena. Tal vez sea éste el rasgo que caracteriza los films de Kaurismaki; personajes desolados, solitarios, incómodos, viciosos que se encuentran a si mismos en su verdad más austera; la sociedad no puede contenerlos, porque esa sociedad que se autoengaña también es desoladora, incómoda, antisolidaria. Son ellos en sus desvíos los que traman su vida miserable en un contexto que los abandona y los expulsa. Luces es un bello y triste poema épico que cuenta la vida de un hombre sumido en la más profunda melancolía y la figura de este hombre remite a un mundo, a una política que, como él mismo, ya ha empezado a desintegrarse. Marcela Gamberini
El diálogo que transcribimos de la película de Sydney Lumet, de 1976 ya ha precipitado en una subjetividad que es la que Kaurismaki plasma en su trilogía sobre los desamparados, Kaurismaki, este finlandés lacónico cuenta pequeñas historias de grandes perdedores, gente a la que la vida no le sonríe casi ni para los créditos finales, crueldad tras crueldad que se ciernen sobre personajes que casi nunca muestran sus sentimientos. Son personajes tan desprovistos de sentimientos e iniciativa que parecen de cuento, pero no de hadas, sino más bien Dickensiano. Las tragedias diarias cierran el camino de unas personas débiles que no saben afrontar lo que se les viene encima. Es el efecto devastador de la globalización sobre personas de carne y sangre: ellos son los desamparados, los perdedores
Podríamos contraponer lo que dijo A. Mnouchkine, la directora del Teatre du Soleil, que montó su espectáculo en el marco del Festival Internacional de Buenos Aires, Les ephemeres, Los efímeros(11)
“No todo es aniquilación y destrucción por doquier. Hay pequeños gestos salvadores, efímeros, contingentes, que permiten que una vida se sostenga”
Este material proviene de un espacio de supervisión donde se podía leer qué había producido los efectos terapéuticos en el transcurso de dos sesiones en una institución de ayuda a la víctima, en la que el profesional tenía un consultorio de atención psicológica.
Una mujer que había sido víctima de un robo en su pueblo, había concurrido en distintas oportunidades a este centro de ayuda a la víctima respecto a ese único hecho. La angustia que manifestaba así como su ansiedad, hicieron que fuera derivada a la psicóloga.
Es escuchada con mucha atención; lo arrebatado no parecía digno de despertar tanta angustia. Al cabo de un silencio, la mujer comienza a hablar del distanciamiento que existe desde hace mucho tiempo entre ella y su marido. Comenta sin demasiados detalles, la difícil convivencia con una cuñada muy cercana al marido, que vive en la casa de al lado. El fuerte vínculo que hay entre ambos hermanos
Ah! El robo….! dice la analista dando por concluida la entrevista.
La mujer pide una segunda entrevista en la que relata no sin cierto pudor, que la sexualidad ha resurgido entre ella y su marido, lo que la desconcierta y la alegra. Tampoco entiende por qué el robo en el que no podía dejar de pensar, había dejado de preocuparla.
Ubicaría nuestro accionar en hacer posible un anudamiento o habilitar por el contrario un  desanudamiento en relación a lo que mortifica, capaz de producir una chispa de vida en aquel que llega a la consulta, y en palabras de Ariane Mnouchkine, esos actos efímeros, contingentes que permiten que una vida se sostenga.


1- JACQUES ALAIN MILLER, El hueso de un análisis. Editorial Tres Haches. Bs.As, 1998, página 57.

2- idem  nota anterior.

3- J.A. Miller y E. Laurent, El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós, Bs.As., año 2005 (correspondiente al seminario dictado en París, año 1996-1997)

4- Revista Lacaniana no. 3, EOL, páginas 10 y 11

5- Obra citada. Capitulo 21 y 22. El estado de la cuestión en la terapia de constructos personales. Robert Neimeyer y Gillem Feixas

6- Capitulo 27 y 28. El estado de la cuestión en la psicoterapia constructiva. Michael J. Mahoney

7- “asustada por cómo se estaba “abriendo” en algunos momentos de nuestras sesiones”

8- pagina 425. Terminación

9- “Lo que ofrece el constructivismo, entre otras cosas, es una visión del trastorno que respeta el papel de los torrentes siempre presentes de la desorganización en el sistema dinámico de vida y del desarrollo vital. Ese desarrollo es la reorganización continua del sistema de sus propias actividades. Todos los sistemas existen, casi literalmente, en el limite del trastorno- esto es, en las fronteras de sus propias capacidades para mantener su integridad como sistema-. (….)Cuando los clientes son críticos consigo mismos y con sus problemas, pasado y presente, el terapeuta constructivo puede ayudarles a aceptar y apreciar formas anteriores de organización de sus experiencias mientras que exploran posibles alternativas No nos podemos mantener alejados del caos. Nos rodea, y nos pertenece, en parte Las personas tienen capacidades totalmente distints para estar y mantenerse “juntas” de manera aceptable, un estado ficticio que se define de manera totalmente distinta a lo largo del tiempo y en disintos contextos culturales. Y los desafìos a los que se enfrentan son ùnicos. (….)Un resultado involuntario, pero potencialmente importante(página 403)(…)puede ser disminuir en los individuos clínicamente perturbados los sentimientos de pena, culpa y estigmatizaciòn

10- Resiliencia es la capacidad de recuperarse después de una situación de stress. Desde una perspectiva genética, implica la cualidad que permite a los individuos no ser afectados frente a situaciones adversas que los ponen en situación de riesgo.
http://www.medscape.com/viewarticle/518761_4
El concepto fue introducido en el ámbito psicológico hacia los [[años 1970|años 70]] por el paido-psiquiatra [[Michael Rutter]], directamente inspirado en [[resiliencia|el concepto de la física]]. En la opinión [[conductismo|conductista]] de Rutter, la resiliencia se reducía a una suerte de "flexibilidad social" adaptativa.

El concepto se profundizó al transcender al [[conductismo]] con, por ejemplo, las investigaciones del [[etología|etólogo]] [[Boris Cyrulnik]], quien amplió el concepto de resiliencia observando a los sobrevivientes de los [[campos de concentración]], los niños de los orfelinatos [[Rumania|rumanos]] y los niños en situación de calle [[boliviano]]s. De este modo se categorizan los sujetos en no-resilientes y pro-resilientes, existiendo una gradación intermedia. Se observa que a mayor actividad cognitiva y a mayor capacidad intelectual aumenta la resiliencia, no sólo emocional sino de las neuronas de los sujetos. Ciertamente que no es absoluta la relación «mayor nivel intelectual = mayor resiliencia», pero estadísticamente es muy frecuente. El sujeto con mayores conocimientos y mayor capacidad intelectual puede procesar y elaborar más eficazmente los traumas y los factores distresantes.
Ante situaciones de catástrofe (natural o provocada por el ser humano) se debe considerar la formación de las llamadas comunidades resilientes y para éstas un tratamiento específico. Teniendo en consideración que la resiliencia psíquica es el resultado de múltiples procesos que contrarrestan las situaciones nocivas, se trata de una dinámica en la cual se podrían señalar las siguientes etapas:

- Defensa y protección
- El equilibrio que enfrenta a la tensión
- Compromiso y desafío
- La superación
- La significación y valoración
- La positividad de sí mismo
- La responsabilización
- La creatividad

Clínicamente se hace una diferenciación neurobiológica entre las personalidades no-resilientes y las pro-resilientes en situaciones de estrés postraumático. En los sujetos no-resilientes o poco resilientes se observan fenómenos llamados de alta call memory; tal call memory se define por la frecuencia e intensidad en que se reactiva en la memoria consciente el momento traumático o altamente distresor. Desde la perspectiva clínica, tales reminiscencias traumáticas se pueden presentar como flash-backs o como pensamientos intrusivos, siempre de modo compulsivo.
La investigación neurológica ha demostrado que tales evocaciones del trauma se generan con activaciones autónomas de diversas partes del cerebro, en especial las de la memoria y las de vigilancia, es decir, regiones del cerebro tales como los núcleos de la amígdala, el lugar azul o locus coeruleus, el hipocampo, y luego el neocortex.

11- “_ (...) Tenía la intención confusa de hacer un espectáculo que hablara sobre los salvadores, sobre los instantes salvadores. No nos matamos todo el tiempo, nos salvamos, nos soportamos, nos curamos y también nos educamos. A pesar de todo, los seres humanos nos reunimos para vivir juntos (…)“La apuesta a las similitudes”
“_ (...) Nosotros, a veces, no sabemos muy bien qué es este espectáculo que estamos montando. Por supuesto hacemos el espectáculo: nos levantamos todas las mañanas para venir y trabajar muchas horas. Pero también, en cierta forma, el espectáculo nos llega. Nos llega por Shakespeare, por Sihanouk, por Gandhi o por Nehru; nos llega por médicos corruptos que venden sangre contaminada; nos llega por Tartufo o por refugiados e inmigrantes que nos cuentan sus historias. Lo que nos es difícil confesar y admitir es que este espectáculo nos está llegando por 'nosotros'. Y así, en cierta forma, por 'ustedes'. Por sus similitudes (...)
De lo que estamos seguros es de que esos instantes que hemos creado son muy cercanos a los instantes que ustedes han creado (...) que nuestros amores, nuestras pasiones, nuestras esperanzas, son también como las de ustedes (...)
Evidentemente estamos trabajando sobre lo concreto: lo concreto de nuestras vidas; lo concreto de nuestras madres, de nuestros padres, de nuestros abuelos. Lo concreto de su ausencia, de los momentos en los que nos hicieron bien y aquellos en los que nos hicieron mal. ¡También de los momentos en los que nosotros les hicimos bien o mal! (...)”
http://www.festivaldeteatroba.gov.ar/

Silvia Szwarc