La verdad caza al error por el cuello en la equivocación
“Lo no sabido por
los hombres, o aquello en lo
cual no reparan, vaga en la noche
por el laberinto del pecho" Goethe.
I-
Flectere si nequeo superos, Acheronta
movebo
El epígrafe con que Freud corona su vía
regia: La interpretación de los
sueños,(1)" Flectere
si nequeo superos, Acheronta movebo" es
un verso de Virgilio de La Eneida del Libro
VII, 310(2). “Si
no puedo inclinar los Poderes Superiores moveré a
las Regiones Infernales".
Pretendiendo destacar lo esencial de la dinámica
del sueño " el deseo rechazado
por las instancias mentales superiores (el
deseo onírico reprimido) remueve al
mundo mental subterráneo (el inconciente)
para ser oído.(3)
En la traducción de Virgilio versa: "Si
domeñar no puedo a los de arriba moveré el
Aqueronta" y en la traducción
inglesa: " If I can not influence
the gods I will stir up Acheronta ",
lo que hace más rica la metáfora
es: el stir up(4) ; stir es
revolver, pero stir up tiene una resonancia
más, que compromete a las emociones
esto es remover el pasado, los sentimentos,
el mundo mental. A su vez lo que redobla su
riqueza es el sentido que este río
tenía para la mitología
romana; Aqueronta o acheronta,
es el río de los infiernos y se pasaba una
vez.
Remover el Acheronta aguijonear, conmover,
poner en movimiento, despertar y
pasarlo, fuerza que causa.
El fundador del psicoanálisis mueve
el avispero y no es sin consecuencias El inconciente
encuentra el misterio del sueño, es
un cumplimiento - realización del deseo,
etapa de certezas y dudas, lo que caracteriza
todo el progreso de su descubrimiento, atraviesa
un período creador. Se atrevió con
el Acheronta. Verso olvidado, sin
embargo pronunciado y sacado a la luz por Lacan (5),
en el momento de su excomunión.
Quien tampoco se amedrentó con el Acheronta.
Lacan alude al estado de angustia en el cual Freud
estaba inmerso en ese momento decisivo de
su acto creador: la función del inconciente (6) y
acuerda con Erickson, que en el sueño
paradigmático de la inyección
de Irma no se detiene ante el horror;
sigue soñando porque tuvo agallas, ante
la revelación de lo real. El objeto
sin velos, ante lo cual todas las palabras
se detienen todas las categorías fracasan.
Tuvo coraje, el coraje para Lacan era
no faltar al deber de descifrar el inconciente
del que se es sujeto(7).
Es el sujeto no el yo, la palabra verdadera
emerge, mediadora entre dos sujetos muy
diferentes de lo que eran antes de la palabra.
Esto significa que no empiezan a constituirse
como sujetos sino a partir del momento
en que la palabra existe y no hay
un antes.*
Lacan interpreta a Freud en la soledad
de su acto creador y nos dice que así como
el análisis de un sueño se dirige
al analista Freud en este sueño no está solo,
lo dirige a nosotros, los analistas.
Es él quien habla por intermedio de
ese sueño y tiene un sentido; algo que
es al mismo tiempo él y ya no lo es: " No
soy allí sino el representante de ese
vasto, vago movimiento que es la búsqueda
de la verdad, en la cual, yo por mi parte me
borro. Ya no soy nada. Mi ambición fue
superior a mí. La jeringa estaba sucia,
no cabe duda.Y precisamente en la
medida en que lo he deseado en demasía,
en que he participado en esa acción
y quise ser yo, el creador, no soy el creador.
El creador es alguien superior a mí .Es
mi inconciente, esa palabra que habla en mí,
más allá de mí”(8). De
esta interpretación cabe extraer: un
hallazgo y una anticipación del seminario
11: lo que vacila en el corte de un sujeto,
algo que es al mismo tiempo él y ya
no lo es, algo que no está en su lugar." En
el inconciente freudiano y el nuestro ",
sabemos hay diferencia uno es inconciente-
saber el otro inconciente - sujeto, pero
es el mismo Lacan quien reaviva la dimensión
de lo que estaba olvidado, el inconciente se
había cerrado falseando los principios
freudianos, psicologizando la teoría
analítica, es algo muy actual y lo verificamos
con las psicoterapias cognitivas comportamentales
cierre y rechazo del inconciente.
.Algo viene a tropezar, algo se produce en
esa hiancia, sorpresa que rebasa al sujeto,
el inconciente no es ser ni no ser, es no realizado;
no es óntico es ético y no
hay un antes(9),
es a producir es del orden del acontecimiento.
Sostengo que tanto Freud como Lacan traspasaron
los límites impuestos por los Superiores.
Pasaron el Acheronta, ese pasar cobra el valor
de un acto al modo del Rubicón.
II - Conocimiento - verdad - saber.
Son
complejas las relaciones del saber con la verdad,
y sus variaciones en la teoría
psicoanalítica, pero hay algo que siempre
escapa y lo verificamos en las formulaciones
lacanianas ejemplificadas en algunos de sus
principios: la verdad tiene estructura de ficción; "Yo,
la verdad hablo, no toda. Con la matematización
de los cuatro discursos, el saber se encarna
en una letra que en sus cuartos de vuelta
toma distintos lugares; y es medio de goce.
Con el saber como medio de goce se produce
el trabajo que tiene un sentido oscuro, este
sentido oscuro es el de la verdad. En los discursos
la verdad tiene un lugar fijo, y hay parentesco
entre verdad y goce, la verdad hermanita querida
de la impotencia: la impotencia de la verdad
vela la imposibilidad.(10) En
el discurso analítico el saber se inscribe
en el lugar de la verdad.
La verdad como la virtud no son enseñables.
No hay nada en común entre sujeto del
conocimiento y sujeto del inconciente, tampoco
la verdad es exactitud, ni acumulación
de conocimientos, y el amor de la verdad burla
la falta en ser de la verdad.
En La Nota Italiana,(11) esfuerzo
de Lacan para poner en consonancia el psicoanálisis
con la ciencia a través del dispositivo
del pase, atravesando una interesante lógica
que va del horror al saber al deseo de saber
y finalmente extraer una elaboración
de saber de ese no querer saber.
Ahí nos dice que la verdad solo sirve
para hacer el lugar en el que se denuncia ese
saber (en consonancia con el discurso analítico),
pero ese saber no es que sea nada pues de lo
que se trata que accediendo a lo real, lo determine
tanto como el saber de la ciencia, ese saber
no esta preparado hay que inventarlo no descubrirlo
ya que la verdad no es ahí más
que leña para calentarse. Este fue el
esfuerzo de Lacan de separar y distinguir la
verdad como saber formal del saber no sabido
del inconciente y su formalización.
Me parece pertinente la articulación
que hace J.A.Miller en Marginalia(12) a
propósito de demostrar la diferencia
tajante entre el saber como conocimiento y
el saber del inconciente como lo no sabido,
en la línea de los imposibles freudianos:
gobernar, educar, analizar.
Freud se pregunta(13): "¿Por
qué no se podría decir al paciente:
hemos visto en su análisis que usted
tiene tal alteración del yo, que cuando
le pasa alguna cosa desagradable usted tiene
tendencia a esconder su cabeza en la arena;
si en el porvenir, tiene usted disgustos, no
será necesario repetir ese comportamiento,
o "hemos visto hasta qué punto
usted tenía apego a su imagen narcisista;
cuando tenga un accidente le será muy
difícil soportarlo respecto a su imagen
de sí; tiene que saber que envejecerá y,
quizás, cuando tenga cuarenta, o cincuenta
o sesenta años, verá volver
una parte de la dificultades que había
tenido; atención al envejecimiento,
dada su organización psíquica,
le será especialmente difícil
soportarlo"'. Freud responde: El resultado
esperado no tiene lugar. El paciente entiende el
mensaje pero no hay respuesta, no siente nada
de eso, ignora de lo que goza.
La enseñanza a extraer es que
es imposible hacer correcciones psíquicas, prevenciones
y anticipaciones oraculares. Se aumentan los
conocimientos, pero no se produce ningún
cambio en ellos. ¿Qué formula
aquí Freud?, continúa Miller, si
no la impotencia del saber como tal, la impotencia
epistémica. Este saber
no es causa inmediata del cambio subjetivo, es
en sí mismo una no relación con
la verdad y funciona para amordazarla.
"El saber que cuenta es el saber que cuesta".Es de este saber que
cuenta, el que cuesta, de donde debe advenir una elaboración
de saber como ganancia epistémica al goce pulsional al final del análisis.Capítulo
forcluído por la psicoterapias psicologizantes.
III
- El saber despatetiza la
verdad.
Entonces vaciar de sentido el amor de la
verdad, Miller ilustra y testimonia sobre
su amor por la verdad: " no era amigo de la verdad, era
esclavo de la verdad”.
El orientarnos por la ignorancia, la
docta ignorancia es otro camino, en el Banquete
de los analistas(14),
sostiene que la definición de inconciente
de Lacan despatetiza la verdad,
despatetiza con el matema, para vaciarla de
su carga pasional.
El horror es una variedad de lo que Freud situó como defensa
del sujeto, la verdad padecida, sufrida no la que el formularía sino
la que sufre, y que siempre es del orden de lo patético (la llamamos
horror para designar el colmo de lo patético). El horror(15) es
un término antinómico con el deseo, castración es del
orden de la verdad, de la verdad como horrible,(16) lo
que Freud atestigua como castración Lacan llamó la verdad. para
poner el acento sobre el pathos(17) con
el que se muestra su fundamento mismo, es decir la castración.
IV-La verdad caza al error por el cuello en la equivocación.
Hay algo que se mantiene inalterable la verdad
es mediodicha, tiene efectos, resplandece en
el lapsus, error exitoso, modo fecundo
de la equivocación, lo que no está en
su lugar y al faltar en su lugar permite el
paso de un sujeto por ahí.
Lo inalterable sigue siendo la apuesta a la
verdad y extraigo un concepto fundamental tal
vez olvidado por nosotros analistas y
creo pertinente recuperar, afirmación
de Lacan del año 1954 en sus escritos
técnicos que es lo siguiente:
"El error solo se define en términos de verdad. En el análisis
la verdad surge por el representante más manifiesto de la equivocación:
el lapsus, la acción que impropiamente se llama fallida., los
actos fallidos son actos que triunfan, nuestras palabras que tropiezan son
palabras que confiesan, unas y otras revelan la verdad de atrás, en
el interior de lo que se llama asociaciones libres, imágenes de sueño,
síntomas, se manifiesta una palabra que trae la verdad. Si el descubrimiento
freudiano tiene un sentido solo puede ser: La verdad caza al error por
el cuello en la equivocación."(18),
tal vez el germen de la equivocación apofántica.
No hay efectos de una verdad, son efectos de
verdades, variedades ocultas que tropiezan,
equivocan ahí donde el significante
tropieza con la pulsión, esto es lo
operativo del equívoco(19),
y su verdadera eficacia no es sin la intervención
del analista para hacer resonar otra cosa que
la inercia pulsional que adormece. Despertar
a otra gramática pulsional, esta sí ganancia
epistémica al goce pulsional. Allí donde
se gozaba debe advenir un se sabe hacer.
(1)Freud, S. " La interpretación
de los sueños ", T.
IV, O. C. Amorrortu editores. Buenos
Aires, 1.993, pag. 1
(2)La Eneida,
epopeya nacional. Virgilio le dedicó los últimos
11 años de su vida.
Un año después de publicar el "Geórgicos",
empezó su gran épica, la "Eneida". Él tomó como
su héroe al Troyano Eneas, supuestamente el fundador de la nación
Romana. Había consagrado más de diez años a este trabajo
cuando, en una visita a Grecia, contrajo una fiebre fatal. En su lecho de muerte
rogó que la "Eneida" se destruyera, debido a que requirió el
trabajo de tres años hacerlo perfecciona, pero Augusto la preservó para
el mundo como su obra épica maestra. El poema, publicado después
de la muerte de Virgilio, ejerció una influencia tremenda en literatura
latina y más tarde en la cristiana. Su prosa fue tan satisfactorio como
su poesía. Así su influencia continuó por la edad media
y en tiempos modernos. Dante lo veneró como su amo y maestro y lo representó como
su guía en la "Divina Comedia". Chaucer, Spenser, Milton, y
Tennyson también lo hicieron. Las personas supersticiosas de los tiempos
medievales adoraron su tumba en Nápoles con veneración religiosa.
(3) Freud S, Ibíd.,
p. 17.
(4) Apleton's. Revised
Cuyas English - Spanish., 1962, New York
(5) Lacan J., Los
cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, " El
sujeto de la certeza", Libro 11,
Paidos, l.987. Buenos Aires, p.38.
(6) Lacan J. , El
yo en la teoría de Freud y en la técnica
psicoanalítica .Seminario 2, "El
sueño de la inyección de Irma,
Paidos, Buenos Aires, 1995, p. 24
(7) Miller, J.A, Cartas
a la opinión ilustrada, " Segunda
carta", Paidos, Buenos Aires, 2002,
p. 48.
(8) Lacan J, El
yo en la teoría de Freud y en la técnica
psicoanalítica .Seminario 2, "El
sueño de la inyección de Irma", Paidos,
Buenos Aires, 1995, pp. 258-259
* el subrayado es mío
(9) El subrayado es mío y es una referencia
del Seminario 2.p.243.
(10) Lacan, J. El reverso del psicoanálisis, Cap.
3, 4, 12, Seminario 17, Paidos, Buenos Aires, 1992.
(11) Lacan, J. Nota Italiana, Uno por uno,
EOL. Buenos Aires.1993.
(12) Miller
J. A. Marginalia de Milán
Sobre Análisis terminable e interminable. Taller
Milanes, Bib.EOL.Buenos Aires, 1993.
(13) Freud S, Análisis
terminable e interminable, cap 4.,
T XXIII, OC., A.E., Buenos
Aires, 1992
(14) Miller, J.A. El
banquete de los analistas.," El
saber y la verdad", Paidos, Buenos
Aires, 2000. p.339
(15) Del Lat.
horror, (-ōris). Sentimiento intenso
causado por algo terrible y espantoso.
Aversión profunda hacia alguien
o algo. Atrocidad, monstruosidad, enormidad.
(16) Kruger,
Flory, " Un cuento sobre la
mentira de la verdad ", Dispar Nº 4,
Grama, Buenos Aires, 2003, p. 91.
(17) del
latín Patheticus y este
del griego que impresiona, sensible.Dicese
de lo que es capaz de mover agitar el ánimo
infundiéndole afectos vehementes
y con particularidad dolor, tristeza o
melancolía.
Pathos: sentimiento, afección
o dolencia del gr. dolencia, la raíz
sufrir experimentar, del latín pathia,
composición que significa
dolencia o afección, pasión
acción de padecer cualquier
perturbación o afecto desordenado
del ánimo. Diccionario de
La Real Academia Española.,
2001. Platón en su diálogo Teetetos: pathos es
el asombro ante las cosas ordinarias.espanto
o admiración.
(18) Lacan,
J, Los escritos técnicos
de Freud, "La verdad
surge de la equivocación", Paidos,
Buenos Aires, 1991. p.386,
(19) Aramburu,
Javier. El deseo del analista, Tres
Haches, Buenos Aires, 2001, p.38.
Silvia Bermúdez - *Publicado
en Dispar Nª 5, Septiembre de 2004.